26 mar 2010

Armas letrales

Pistola, escopeta, bayoneta,
Cuchillo,

Bazuca, granada,
Espada,
Mazo, Puñal,
Tus ojos.
¿Cómo vas a vender tu producto en este pueblo?
¿Qué no ves que su ignorancia los hace inteligentes?

25 mar 2010

Palíndromos

* Amor a ese aroma.
* Ojo cojo.
* Sosos osos.

23 mar 2010

Un insulto bicéfalo

Chinga a tu padre, porque madre no tienes.

22 mar 2010

Pensamiento 3

A veces soy un "sin sangre", que siento que un mosquito ha absorbido hasta la última gota de sangre.

12 mar 2010

pensamiento 2

Hay un poco de nada en todo.

pensamiento 1

Me gusta tener los zapatos limpios.

10 mar 2010

Como tus pies

Como tus pies fueron mis pies
Como tus pasos fueron mis pasos
Como tus pies fueron mis pies
Como tus pasos fueron mis pasos.

Paraíso Amarillo

Me quiero ir de aquí y no puedo,
me quiero ir de aquí y no quiero
y no debo y no podría ser nunca.
Atado al paraíso amarillo que
estruje mi consciencia y me ata
con los sentidos que invisiblemente se inventan.
Cómo podré moverme de aquí si no puedo,
cómo encontraré una salida a lo que tal vez no quiero.

Un final infeliz

Él la vio y se tiro a llorar; ella lo vio y se echó a reír.


Noticias Utópicas

* El primer encuentro mundial de naciones, sin excepción alguna, ha decidido la consecución de la paz mundial a partir de mañana.
* Existen pruebas del primer contacto extraterrestre; se dice que se han sorprendido de lo civilizada y amable que es la humanidad.
* Con gol de último minuto, México se corona campeón por vez primera del campeonato mundial de futbol.
* El eslabón perdido ha sido encontrado en la frontera de Estados Unidos y México.
* El consumo y abuso de drogas es un extraño ritual de civilizaciones anteriores.
* La política democrática existe; el pueblo recibe lo que es justo sin distinción alguna. Volvemos al sentido tácito de la democracia.
* Los hombres por fin entienden a las mujeres.
* Las mujeres por fin entienden a los hombres.
* Las diferencias sociales sólo se dan cuando se hacen representaciones teatrales en torno a las civilizaciones de siglos pasados.
* El cambio climático es una paranoia colectiva, no existe.
* Se fabrica la píldora que curará el pesimismo social con respecto a la crisis.
* Se ha descubierto que un segundo durará por siempre, el tiempo se relativiza hasta la máxima expresión, ya no hay por qué correr contracorriente…

Fin

Justificar lo Injustificable (diálogos de un mortal taxista con un mortal pasajero)

Mortal 1(el taxista). Buenas tardes, joven.
Mortal 2 (pasajero). Buenas.
Mortal 1. ¿Adónde lo llevo?
Mortal 2. A la calle Juárez 210, por favor
Mortal 1. Está bien. ¿A qué va?
Mortal 2. A ver a alguien.
Mortal 1. ¿A quién?
Mortal 2. A un familiar.
Mortal 1. Oiga, y usted vive ahí donde lo recogí.
Mortal 2. Por ahí.
Mortal 1. ¿En qué trabaja?
Mortal 2. ¡Mire señor, eso no le importa, ni adónde voy ni dónde vivo, ni nada; dedíquese a manejar que para eso le pagaré! - esto fue lo que se le cruzó por la cabeza pero no lo dijo. Simplemente se le ocurrió contestar: Vendo seguros. Y así continuó el interrogatorio dejando en él una sensación de haber sido penetrado en su intimidad y haber sido víctima de un hostigamiento verbal por aproximadamente veinte minutos.

Fin

Alma de taco

Enrique era un buen muchacho mexicano que siempre cumplía con todas las normas y reglas que debía cumplir; gracias a su perseverancia y a un golpe de suerte pudo conseguir una beca para estudiar un posgrado en Administración turística en París en una reconocida universidad de la ciudad de la luz. La beca que consiguió cubría su billete de avión, el pago de sus cuotas académicas, un seguro de vida, y tal vez un croissant.

A Enrique le encantaba su nueva aventura, pero siempre echaba de menos a su hogar, a su gente como él decía; así se pasaba los días entre abismos: entregarse de lleno a sus estudios y a las nuevas experiencias que iba viviendo, o extrañar sus costumbres.

Cuanto más se divertía más anhelaba sus viejas tradiciones. Y así fue como poco a poco y sin darse cuenta se iba acabando su experiencia internacional. Llegaba el momento de regresarse a México. Y Llegado este momento se despidió de todo lo que había conocido y de todos a los que había conocido.

Su viaje de regreso transcurrió entre las típicas bolsas de aire, la insufrible compañera gorda de asiento, el paisano que escupía vituperios contra las aeromozas porque no le servían más bebidas - ¡Chingados! Si pa’ eso pago ¡Sírvale!- etc.

Una vez aterrizado el avión, estiro las piernas y se bajo de éste, ubicó su maleta, tomó un taxi, vio a su familia y amigos que lo esperaban; tenía un reencuentro existencial.

Pasaron los días, los meses y los años, y siempre pensaba que pudo haber disfrutado más, conocido más lugares, más museos; más y más, ese era su pensamiento cotidiano mientras disfrutaba de su ri-co-ta-co-de-car-ni-tas.

Fin